Conservación

Desde el año 2001 comienza a funcionar en el Instituto de Arqueología un área específica de conservación para hacer efectiva la protección de los fondos de materiales arqueológicos. Desde entonces, el Plan de Conservación está organizado por proyectos arqueológicos y proyectos de conservación. Los lineamientos técnicos a partir de los agentes de deterioro y los procedimientos sobre las colecciones y su medio ambiente fueron tomados de la Conservación Preventiva y, posteriormente, se fueron incorporando herramientas de la gestión de riesgo.

Los primeros son requeridos por los investigadores que solicitan alguna medida de protección para atender casos de estabilidad de los materiales provenientes de las excavaciones. Sin embargo, se da lugar a un determinante ético en la prioridad de acondicionamiento, como la preservación de restos humanos, que hemos acordado como regla la primacía de tratamiento.

Los proyectos de conservación abarcan el campo de mejoras en el manejo de las colecciones con competencia en las áreas de reserva patrimonial. El edificio, su equipamiento y el medio ambiente tienen un rol relevante. En ese contexto, el objetivo es la organización continua de las colecciones permanentes, en tránsito -o estudio- y la activación y / o restitución de las colecciones disociadas de su contexto. Hemos debido desarrollar innovaciones estratégicas en la gestión de espacios, tales como la incorporación de la interfase “de pre-acondicionamiento” para dar respuesta a la movilidad de grandes volúmenes de materiales.

Los equipos interdisciplinarios en cada proyecto están formados por los investigadores y/o especialistas de arqueología o de conservación. Otros recursos humanos, como estudiantes de la carrera de Antropología / Arqueología son convocados desde el año 2005, reciben capacitación y participan en todo el proceso de conservación, desde la investigación de antecedentes de la colección, hasta la confección de los soportes protectores con altos estándares de calidad de archivo.

Integrantes